La Paloma Cerámicas marca una nueva era en los procesos de aislamiento, rehabilitación y mantenimiento de fachadas de los edificios gracias a Termoklinker. Este sistema de aislamiento térmico exterior es una gran alternativa al SATE convencional que supone una increíble solución para fachadas eficientes en rehabilitación y obra nueva. Un producto suministrado en Kit, Termoklinker es el panel aislante aplicable a cualquier tipo de proyecto de arquitectura y construcción. En definitiva, el producto cerámico que hace eficiente el uso de los recursos en obra y supone una ventaja frente a otros sistemas de asilamiento.
La alternativa al SATE convencional
La reparación de fachadas mediante la aplicación del convencional sistema de aislamiento térmico por el exterior (SATE) mejora la eficiencia energética; pero, con los revestimientos de mortero, este sistema se deteriora con el tiempo perdiendo la identidad de los edificios. A diferencia de ello, Termoklinker, presenta una serie de características que revolucionan los tiempos de instalación. Suministrado en kit y compuesto de paneles aislantes de poliestireno extraído junto a una plaqueta cerámica, presenta la opción perfecta para el aislamiento térmico exterior. Esto aporta confort reduciendo el consumo energético, sin perder su estética y personalidad. La utilización de los paneles Termoklinker hace que cada edificio alcance la exclusividad, aportando un resultado sofisticado, atrevido y enérgico.
Aislamiento con materiales naturales, resistentes y sostenibles
El origen material de sus materiales, su eficiencia energética y su diseño ayudan a mejorar el entorno que nos rodea. Las plaquetas cerámicas de estos paneles aislantes provienen de arcillas lo que se traduce en una superficie de acabado natural. Este y otros componentes del sistema no provocan emisiones de sustancias nocivas durante su uso. Además, se reduce la necesidad de recursos energéticos en las viviendas, lo que se traduce en una menor emisión de C02 a la atmósfera. De este modo, la rehabilitación de edificios genera un menor coste ambiental que el derribo y construcción de nuevas viviendas.
Un sistema cuya suma de elementos forman un todo compacto, manejable y resistente. Compuesto por materiales de alta calidad; tanto las arcillas con las que se concibe la plaqueta cerámica como los materiales de sujeción y agarre son elegidos con rigor, a fin de que cumplan conjuntamente sus funciones de la manera más eficaz.
Termoklinker ofrece un acabado inalterable, sin perder la tonalidad y evitando la acumulación de suciedad que desluzca la rehabilitación. Estos paneles mantienen y mejoran la estética del edificio sobre el que se actúa, adecuándose, especialmente, a aquellos entornos donde el uso del ladrillo esté sujeto a las normativas de las diferentes ciudades. Ante otros sistemas que no contemplan la puesta en valor de los entornos, y únicamente mejoran la habitabilidad de los espacios interiores en los que se instala, Termoklinker se adapta a todas las necesidades estéticas y técnicas que requieren algunos núcleos urbanos.
En verano, aire acondicionado y en invierno, calefacción
A diferencia de otras técnicas de aislamiento, los paneles Termoklinker abarcan la mayoría de puentes térmicos eliminándolos por completo. De este modo, el aislamiento envuelve la masa del edificio, lo que se traduce en una mayor inercia térmica de los materiales que componen la parte pesada de la fachada. Así, existe una menor tendencia al cambio de temperatura.
Su eficacia también afecta al interior de los espacios, donde la temperatura es más uniforme, evitando zonas frías en las habitaciones. En cambio, otros procesos de rehabilitación, no mejoran la inercia térmica de las viviendas, por lo que los cambios de temperatura son más rápidos.
Termoklinker: sencillez y agilidad de aplicación
La aplicación del sistema Termoklinker genera un acabado con un mantenimiento prácticamente nulo y de gran durabilidad. Mejora el envolvente del edificio y evita la aparición de condensaciones intersticiales. Sin embargo, otros métodos de aislamiento, al estar supeditados a la fachada, requieren de una revisión constante.
La agilidad de aplicación viene marcada por la condición de que se suministra como un kit de montaje, como un producto de bricolaje, basado en cinco pasos: colocación de paneles, fijación en el muro soporte, sellado entre paneles con masilla, colocación de plaqueta de enlace y rejuntado entre plaquetas con mortero de base cementos. Este modo, no requiere de especialización en su colocación para conseguir el resultado adecuado.
En suma, el sistema Termoklinker puede aplicarse a una amplia variedad de situaciones, ya sea para trabajos de rehabilitación, obra nueva, grandes bloques de apartamentos o viviendas unifamiliares. La instalación de Termoklinker no disminuye el espacio habitable y se puede aplicar sobre hormigón y mampostería, en edificios o partes de fachadas con marcos de madera, así como en edificios o partes de fachadas con armazón de metal.
La gama de los paneles Termoklinker es tan variada como las exigencias y necesidades de cada cliente, ofreciendo una infinidad de tonos.
Es el momento Termoklinker
La Unión Europea, marcada por agenda urbana actual, impulsa el programa de ayudas Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) con el objetivo de impulsar la rehabilitación de edificios residenciales, viviendas y barrios, así como la construcción de vivienda social.
Los Fondos Next Generation EU han sido aprobados por un importe de 750.000 millones de euros, de los que, una gran parte de ellos, irán destinados a la rehabilitación energética de edificios. Los Fondos Next Generación EU pueden superar los 18.000 euros por vivienda para ayudar a mejorar la eficiencia energética de los edificios ya construidos.
En 2019, más de 31.100 hogares fueron reabilitados. El objetivo del Gobierno es multiplicar la actividad por diez de aquí a 2030, llegando a las 300.000 viviendas al año.
Así, a través del programa se prevé alcanzar las 510.000 actuaciones de renovación de viviendas en el segundo trimestre de 2026. Se espera realizar 510.000 actuaciones de rehabilitación, lo que se traduce en un ritmo medio de 71.000 viviendas al año.
El objetivo global de las actuaciones es reducir al menos un 30 % el consumo de energía no renovable en los hogares y descarbonizar y bajar la demanda de calefacción y refrigeración como mínimo un 7 %. La vía más efectiva para ello es actuar sobre la envolvente del edificio, colocando aislamiento tanto en fachadas como en cubiertas, y sustituir las carpinterías por otras con rotura de puente térmico, características que cumple y supera el sistema Termoklinker.